martes, 28 de febrero de 2012

Ser feliz



Una sonrisa en mi rostro
no significa la ausencia de problemas,
sino la habilidad de ser feliz
por encima de ellos!!!

DICEN QUE...



Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles,
que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina
y que nos volvemos inexistentes para un mundo
en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable,
pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora,
nunca me sentí tan protagonista de mi vida,
y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia.

Descubrí que no soy una princesa de cuentos de hadas,
descubrí al ser humano que sencillamente soy.
Con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta,
de estar llena de defectos, de tener debilidades,
de equivocarme, de hacer cosas indebidas,
de no responder a las expectativas de los demás.

Y a pesar de ello...

¡quererme mucho!

Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui...
sonrío a la que soy...

Me alegro del camino andado, asumo mis contradicciones.
Siento que debo saludar a la joven que fui con cariño,
pero dejarla a un lado porque ahora me estorba.
Su mundo de ilusiones y fantasías, ya no me interesa.

¡Que bien vivir sin poner el listón tan alto!
¡Que bien no sentir ese desasosiego permanente
que produce correr tras los sueños!

“La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil,
que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse”.

EL PESCADOR II



Cuentan que un día una persona salió a pescar con mucho ánimo ya que sentía que pescaría mucho. Tenía las condiciones perfectas para hacer una gran pesca. Se monta en su bote, comenzó a remar y, no muy lejos de la orilla, lanzó el ancla. Prepara el hilo, prepara la carnada y comienza a pescar.

Mientras el pescaba a pocos metros de él había una persona viendo lo que el hacía.

Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo media y decía, "este mide 15 centímetros" lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde guardaba toda la pesca del día y continúa pescando.

Luego saca otro pez, haciendo lo mismo dijo: "Este mide 16 cm.", lo echa en la cesta y continúa su pesca.

El observador nota que el próximo pez que saca era muy grande, mas del triple de los que había sacado anteriormente y se sorprende cuando el pescador dice: "¡Este mide mucho!", inmediatamente lo devuelve al agua.

Esto fue repetido en varias ocasiones lo que le llamó la atención a la persona que estaba mirando.

Este, sorprendido, comenzó a remar y se acerca al bote, saluda al pescador y le pregunta:

-"He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua?,

¿porque siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los más pequeños?

El pescador le dijo:

-"Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros"

EL PESCADOR I



Un banquero de inversión americano estaba en el muelle de un pueblito costeño mexicano cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.

El americano elogió al mexicano por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos. El mexicano respondió que sólo un poco tiempo. El americano luego le preguntó porqué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado?

El mexicano dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.

El americano luego preguntó, "pero ¿qué hace usted con el resto de su tiempo?"

El pescador mexicano dijo, "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, María, caigo todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida "full chévere" y ocupada."

El americano replicó, "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador, eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este "pinche" pueblo e irte a Ciudad de México, luego a Los Ángeles y eventualmente a Nueva York, donde manejarías tu empresa en expansión".

El pescador mexicano preguntó, "Pero, cuanto tiempo tarda todo eso?".

A lo cual respondió el americano, "entre 15 y 20 años".

"Y luego qué?"

El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte.

"Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones".

"Millones... y luego qué?"

Dijo el americano, "Luego te puedes retirar. Te muedas a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomas vino y tocas guitarra con tus amigos".

El mexicano respondió, acaso eso no es lo que tengo ya?

MORALEJA:
Cuantas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos.
La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos tristes por aquello que no tenemos.

domingo, 26 de febrero de 2012

LA CAJA LLENA DE BESOS



Hace ya un tiempo, un hombre castigó su pequeña niña de 3 años por desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado.

El dinero era escaso en esos días por lo que exploto en furia, cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad, mas sin embargo la niña le llevo el regalo a su padre la siguiente mañana y dijo:

-Esto es para ti, Papito.

El se sintió avergonzado de su reacción de furia, pero este volvió a explotar cuando vio que la caja estaba vacía. Le volvió a gritar diciendo:

-¡Que no sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo adentro!

La pequeñita volteo hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo:

-Oh, Papito, no esta vacía, Yo sople besos adentro de la caja, todos para ti, Papi.

El Padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor de su niña y le suplico que lo perdonara. Se ha dicho que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años y siempre que se sentía derrumbado, él tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

En una forma muy sensible, cada uno de nosotros los humanos, hemos recibido un recipiente dorado, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos, amigos, familia o de Dios.

Nadie podría tener una propiedad o posesión más hermosa que esta.

LOS HUMANOS CON UNA SOLA ALA



Un día un ángel se arrodilló a los pies de Dios y habló:

—Señor, visité toda tu creación.
Fui a todos los cantos.
Estuve en todos los lugares.
Vi que eres parte de todas las cosas.
Y por eso vine hasta Ti, Señor,
para tratar de entender
¿por qué cada una de las personas sobre a tierra tiene apenas un ala?
Los ángeles tenemos dos.
Podemos ir hasta el Amor que el Señor representa siempre que lo deseamos.
Podemos volar hacia la libertad siempre que queramos.
Pero los humanos con su única ala no pueden volar.
No podrán volar con apenas un ala...

Dios respondió:

—Sí, Yo sé eso. Sé que hice a los humanos solamente con un ala...

Intrigado el ángel quería entender y preguntó:

—Pero, por qué el Señor dio a los hombres solamente un ala cuando son necesarias dos alas para que puedan volar?

Sin prisa, Dios respondió:

—Ellos pueden volar sí, mi ángel.
Di a los humanos apenas una sola ala para que ellos pudiesen volar más y mejor que Yo o vuestros Arcángeles.
Para volar, mi pequeño amigo, tú precisas de tus dos alas.
Y aunque libre, tú estás solo...
Mas los humanos...
los humanos con su única ala precisaran siempre dar las manos a alguien a fin de tener sus dos alas.
Cada uno ha de tener un par de alas...
Cada uno ha de buscar su segunda ala en alguien,
en algún lugar del mundo...
para que se complete su par.
Así todos aprenderán a respetarse y a no quebrar la única ala de la otra persona, porque pueden estar acabando con sus propios chances de volar.
Así, mi ángel, ellos aprenderán a amar verdaderamente a la otra persona...
Aprenderán que solamente permitiéndose amar ellos podrán volar.
Tocando el corazón de otra persona ellos podrán encontrar el ala que les falta y podrán finalmente volar.
Solamente a través del amor podrán llegar hasta donde Yo Estoy...
así como lo haces tú, mi ángel.
Y ellos nunca, nunca estarán solitarios al volar.

Que Usted, si aún no ha encontrado su otra ala, que un día muy cercano, la encuentre. Y se alcen los dos en magnífico vuelo.