jueves, 21 de abril de 2011

CREENCIAS (John Lennon)



CREENCIAS
Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años.
No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno":
dos personas pensando igual,
actuando igual,
que era eso lo que funcionaba.
No nos contaron que eso tiene nombre:
ANULACIÓN.

Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas,
frustran a las personas,
son alienantes,
y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto.
Cada uno lo va a tener que descubrir solito.
Y ahí, cuando estés muy “enamorado de TI, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien”.

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor...
aunque la violencia, se practica a plena luz del día.

By John Lennon

ESCUCHA TU CORAZÓN



ESCUCHA TU CORAZÓN

Escucha tu corazón, muévete de acuerdo con tu corazón, sea lo que sea que esté en juego:
Una condición de simplicidad absoluta que cuesta nada menos que "todo"...

Ser sencillo es arduo, porque ser sencillo cuesta todo lo que tienes.
Tienes que perderlo todo para ser sencillo.

Por eso la gente ha elegido ser compleja y ha olvidado cómo ser sencilla.
Sin embargo, sólo un corazón sencillo vibra con Dios mano a mano...

Sólo un corazón sencillo canta con Dios con profunda armonía...
Para llegar a este punto tendrás que encontrar tu corazón, tu propia vibración, tu propio latido.

La experiencia de reposar en el corazón mientras meditas, no es algo que se pueda buscar o forzar.

Viene con naturalidad, a medida que crecemos más y más en armonía con los ritmos de nuestros propios silencios interiores.

Permítete ser más suave y más receptivo ahora, porque un gozo inexpresable te está esperando, precisamente a la vuelta de la esquina.

Nadie más puede indicártelo y cuando lo encuentres no serás capaz de hallar las palabras para expresarlo a los demás, pero está ahí, en lo profundo de tu corazón, maduro y listo para ser descubierto...

es solamente a partir de nuestra armonía interior que lograremos expandirla a todo nuestro entorno...

RECUERDA DAR GRACIAS



RECUERDA DAR GRACIAS

Un alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El santo llevó al alma a un recorrido por el cielo. Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con ángeles. San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo:

—Ésta es la sección de recibo. Aquí todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas.

El alma miró a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.

Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo:

—Esta es la sección de empaque y entrega. Aquí las gracias y bendiciones que la gente pide son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron.

El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.

Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa.

—Ésta es la sección del agradecimiento —dijo San Pedro al alma.

—¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí? —preguntó el alma.

—Esto es lo peor —contestó San Pedro—. Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento.

—¿Cómo uno agradece a las bendiciones de Dios?

—Simple —contestó San Pedro—. Solo tienes que decir: Gracias, Señor.

Siempre agradezcamos las bendiciones materiales o espirituales que recibamos y colaboremos con donaciones por el favor recibido en la medida de nuestros medios porque es: dando que recibimos.

RECONOCER LA ABUNDANCIA



RECONOCER LA ABUNDANCIA

Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida esta llena de carencias. Todo depende simplemente de donde centremos nuestra atención.

Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente:

¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!

Te recomiendo que escribas para ti un "Libro de la Abundancia".

Cada noche, antes de acostarte, anota por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese día.
¡Vamos!
¿Cincuenta cosas?
"Si difícilmente logro encontrar tres. Dirán algunos".

Es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes de tu vida.
La finalidad de este ejercicio es ayudarte a hacerlo.
He aquí algunas de las cosas que podrías anotar:

Esta mañana arrancó el coche.
Soy capaz de caminar.
Tengo alimentos para comer.
Alguien me hizo un elogio.
Hoy mis hijos no se metieron en ningún lío.
Sentí el calor del sol en la cara.
Hablé con una de mis mejores amigas.
Las flores están comenzando a abrirse.
Tengo agua caliente para ducharme.
Estoy respirando.
Salió el sol.

Las cosas que anotes en tu "Libro de la Abundancia" no tienen por que ser brillantes y sensacionales. En realidad es mejor que no lo sean.

Ten siempre presente que si solo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso desde luego no es cierto.

Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, realmente extraordinario. Al principio, encontrar esas 50 cosas que agradecer te va a llevar mucho tiempo, muchísimo tiempo.

Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche.

Y las encontraras!
Los beneficios son evidentes...
Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejará de fijarte en las malas, y te sentirás feliz, una persona afortunada.

Si logras adquirir el hábito de fijarte en la abundancia, tu vida se transformará...

¿QUÉ HICISTE HOY?



¿QUÉ HICISTE HOY?

Una tarde un hombre volvió tarde a casa del trabajo y encontró un desorden total en su casa.
Sus tres hijos estaban en el jardín jugando con la tierra, con cajas y envolturas de comida todo alrededor de la casa.
La puerta del coche de su esposa estaba abierta y también la puerta de la casa.

Cuando entró encontró todavía más desorden.
Una lámpara caída, un cuadro descolgado y apoyado en una de las paredes, la televisión puesta a todo volumen en un canal de dibujos animados, la sala de estar llena de ropa y juguetes tirados por el suelo.

En la cocina el fregadero lleno de platos sucios, comida del desayuno en el suelo, la comida del perro tirada, un par de vasos rotos debajo de la mesa y un montón de arena en la puerta trasera.

Rápidamente fue hacia las escaleras, pisando mas juguetes y ropas que estaban en su camino, buscando a su esposa.

Estaba preocupado de que hubiera pasado algo serio o que tal vez pudiera estar enferma.

La encontró descansando en la habitación, todavía acurrucada en la cama y en pijama, leyendo una novela.

Al verlo, le sonrió y le preguntó como le fue el día.

El la miró totalmente extrañado y preguntó:

-¿Qué pasó aquí hoy? Ella sonrió de nuevo y respondió:

-Hay días, cuando llegas del trabajo, y me preguntas "¿Qué demonios hiciste en todo el día?" ¿Verdad?

-Si. -fue la incrédula respuesta del esposo.

-Bueno, -respondió ella-, hoy no lo hice.

ALGUNOS CONSEJOS



ALGUNOS CONSEJOS

No hagas todo lo que puedas,
no gastes todo lo que tengas,
no comentes todo lo que oigas,
no digas todo lo que sepas.

Por que el que hace todo lo que puede,
el que gasta todo lo que tiene,
el que comenta todo lo que oye
y el que dice todo lo que sabe.

Muchas veces...
hace lo que puede,
gasta lo que no tiene,
comenta lo que no oye
y dice lo que no sabe.

Ve plácidamente entre el ruido y la prisa;
recuerda que la paz puede hallarse en el silencio.

Escucha atentamente tanto al sabio como al necio;
ambos tienen una vida que contar.

Ama tu trabajo: es el tesoro del alma.
No juzgues jamás al hombre por sus respuestas,
prueba a hacerlo por sus preguntas.

Vive en paz con Dios,
no importa como te lo imagines.

Alégrate tanto de tus éxitos como de tus fracasos,
de ambos siempre aprenderás una gran lección.

Fíjate atentamente en cuantos te rodean,
seguro que descubrirás a un ser humano
en el interior de cada uno de ellos.

Mira siempre a los ojos de la gente,
de seguro no eres ni más ni menos que ninguno.

Vive y deja vivir.

Lo más importante no es aprender a subir al cielo,
es saber caminar sobre él.

LA CORONA DEL GUSANO (P. Miguel Segura)



LA CORONA DEL GUSANO

Dos gusanos vivían en un árbol frondoso. En un momento dado, uno de ellos, movido de un fuerte impulso interior, comenzó a encerrarse en un capullo de seda. Hasta ese momento los dos habían sido amigos.

-¿¡Qué estás haciendo!? -Gritó espantado su compañero,- ¿Te has vuelto loco?. El impulso era tan fuerte que el gusano no respondió. Era un gusano que se emocionaba con facilidad cuando hacía algo nuevo.

-¿Ya has pensado lo que eso significa?, -siguió su compañero, que era mucho más reflexivo y prudente,- ¡vas a aislarte del árbol!

-¿Y las jugosas hojas que estás dejando? ¿Y los nuevos brotes del tallo central? ¡No podrás comer ni moverte por el árbol si te encierras ahí!

Dado que su compañero no respondía, el orador decidió buscar apoyo moral en los demás gusanos y trajo unos cuantos junto al capullo de seda, que ya estaba por terminarse.

-¡No cierres aún, espera!

Y escuchó al coro de gusanos que decía: "Mira lo que dejas, mira lo que dejas..." pero se encerró tras la seda, pues el impulso era muy fuerte y no podía explicarlo.

Los gusanos se quedaron mirando la cápsula de seda y pasaron toda la tarde comentando el suceso. "Se volvió loco", decían. "¡Qué aburrida debe ser la vida ahí dentro!", y "¡mira lo que se está perdiendo!, ¿A quién le cabe en la cabeza despreciar un árbol tan frondoso?... ¿tú te encerrarías ahí?... ¡con lo simpático y joven que era!".

Después de un tiempo encontraron el capullo roto y vacío. No supieron qué pensar, así que decidieron mantener sus opiniones y seguir mascando hojas y ramitas sin volver a tocar el tema del capullo de seda.

Mientras tanto una mariposa hermosísima se alejaba del árbol volando hacia el atardecer.

By P. Miguel Segura

EL PESO DE LOS DESEOS



EL PESO DE LOS DESEOS

¿Cuanto pesan los deseos?

Tal vez esto sea un misterio.
Cuanto mayor ese anhelo y el objetivo más lejos, mayor es sin duda el peso.

¿Cuanto pesan los deseos?

Cuanto más grandes son ellos logran agigantar mi empeño.
Cuanto más pronto lo quiero, el resultado es más lerdo.

¿Cuanto pesan los deseos?

Cuanto más anhelo verlos más se ocultan en mí adentro.
Cuanto más quiero encontrarlos, más me dispongo a perderlos.
Cuanto más creo que los libero, éstos se hallan más presos.
Cuanto más gigantes ellos se hunden del propio peso, y penetran en mí muy dentro.

Son como rocas pesadas sumergidas en el océano.
Y ¿quien maneja la balanza la que pesa mis deseos?
¿Como haré para extraerlos?

Mejor no desearé nada, por no soportar el peso.
El deseo insatisfecho se transforma en un incendio abrasador como el fuego.
Sé cuanto pesa la culpa, y cuánto los sentimientos,

¿Cuanto pesan los deseos?

Creo yo que es un misterio.
¡Alguien me ayude a saberlo!

LA COPA DE LA VIDA



LA COPA DE LA VIDA

La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se nos da llena.
Nos dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito con el que tenemos que ir llenándola, gota a gota, todos los días, para sobrevivir.

No te la pases gimiendo tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, o asustado por males, que probablemente nunca lleguen.

Nacemos para luchar por la felicidad, para crearla, para construirla a pesar de tristezas, desencantos, errores, malas jugadas e irremediables imprevistos.

La felicidad no se encuentra en bienes y placeres. Se actúa bien y ella sola se va presentando.

La felicidad no es estar añorando todo lo que nos falta, sino acoplarnos a todo:
lo que tenemos y lo que no tenemos.

No vendas tu felicidad...
¡regálala!

No busques fórmulas sencillas, ni baratas para tenerla.

Ingredientes de la felicidad:
Compartir lo que tienes.
Amar sin exigencias.
Perdonar sin cicatrices.
Aceptar sin perfecciones.
Agradecer lo que te dan.
¡Y no rendirte nunca!

Todo tiene que ir armonizando:
Del panal, un poquito de miel.
Del mar, un poquito de sal.
De la vida, un toque de optimismo.
De la imaginación, sueños.
Del dolor, raíces fuertes.
Y de la fe, solidez de roca.

Porque no sabemos cómo llenar nuestra copa.
Porque no damos a la vida todo lo que podemos darle y esperamos, a veces ingenuamente, que la vida nos regale, pero sin pagar el precio.

¿Por qué no somos felices?
No olvidemos que la mejor manera de ser feliz, es:

Ocuparse de que otros lo sean,
dar sin esperar,
servir con mucho AMOR y por AMOR.

Demos mucho de nosotros y la felicidad llegará sola.

Llenemos nuestra copa y deleitémonos, siendo...

¡FELICES!

Amistad (Aristóteles)



La amistad es un alma que habita en dos cuerpos;
un corazón que habita en dos almas.
By Aristóteles