miércoles, 29 de diciembre de 2010

RENACER



RENACER

Cuando caminando tu vida encuentres siempre la misma piedra,
llévala contigo.

Cuando pierdas un amigo cuando menos lo esperabas,
consuélate por haberlo tenido.

Cuando la injusticia te deje desvalido sin aliento,
Vuelve a creer.

Cuando ¡Amaste tanto! hasta perder la piel,
recupérate pronto, te perteneces.

Cómo pájaro herido, descansa, cura tus alas,
vuelve a volar.

Cuando tu vida se vuelva noche, no desesperes,
busca las estrellas.

Cuando sientas ya tu existencia desperdiciada como un árbol seco,
recuerda que la primavera siempre llega,
aterciopelando rosas en tu mirada.

Encuentra tu manantial, riega siempre el jardín de tu vida.
Renacerás...

Así como he renacido yo una y mil veces...

BENDICIONES



BENDICIONES

Si te has despertado hoy con mas salud que enfermedad estás más bendito que el millón que no va a sobrevivir esta semana.

Si nunca has conocido los peligros de la guerra, la soledad de la prisión, la agonía de la tortura, los dolores del hambre, estás por delante de 500 millones de personas en el mundo.

Si puedes ir a la iglesia o el templo sin estar perseguido, arrestado, torturado o asesinado... eres más afortunado que 3 mil millones de personas en este planeta.

Si tienes comida en tu frigorífico, llevas la ropa limpia, si tienes un techo encima de tu cabeza y un lugar seguro en donde dormir, eres más rico que el 75% restante.

Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y unas monedas en una jarra en tu casa, eres parte del 8% de la población próspera del mundo entero.

Si tus padres están todavía vivos, y casados, eres poco común...

Si llevas una sonrisa en tu cara, y estás agradecido por todo, estás bendito, porque la mayoría de la gente lo puede hacer pero no lo hace.

Si puedes tomar la mano de alguien, abrazarlo o solamente tocar su hombro, estás bendito porque puedes ofrecer el toque divino que cura.

Si puedes leer este mensaje has recibido una doble bendición ya que, primero, alguien lo ha publicado para ti y, segundo, tienes mas suerte que 2 mil millones de personas que no saben leer.

Cuenta tus bendiciones...

NUESTROS MIEDOS



NUESTROS MIEDOS

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo.

Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.

Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí.

Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.

Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.

Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.

Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.

Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.

Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi mismo.

Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.

Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más.

Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.

Temía al cambio, hasta que vi que aún, la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.

El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más. NO HAY NADA QUE TEMER

EL JARRO RESQUEBRAJADO



EL JARRO RESQUEBRAJADO

Un portador de agua de la India tenía dos jarros grandes, ambos se balanceaban de cada lado de un palo que llevaba alrededor de su cuello.

Uno de los jarros estaba perfectamente manufacturado y nunca goteaba. El otro jarro tenía una fisura y en cuanto el portador de agua llegaba a la casa de su dueño parte del agua se había filtrado y el jarro quedaba medio vacío. Durante dos años eso ocurría diariamente. El portador entregaba solo un jarro y medio a la casa de su dueño.

Obviamente el jarro perfecto se sentía orgulloso de sus logros. Pero el pobre jarro resquebrajado tenía vergüenza de su defecto. Se sentía miserable por que sólo hacía la mitad del cometido para el que fue creado.

Un día, después de dos años de los que el jarrón se consideró como un fracaso lamentable, habló con el portador de agua al lado del arroyo.

- tengo vergüenza y quiero disculparme.

-¿Por qué? -preguntó el portador de agua.- ¿De qué tienes vergüenza?

- Durante los dos últimos años sólo he podido entregar la mitad del agua a causa de la fisura que deja que se escape el agua durante el camino hacía la casa de tu dueño. A causa de mis defectos tienes que trabajar sin recibir el valor total de tus esfuerzos. -dijo el jarro.

El portador de agua sentía lástima por el viejo jarro resquebrajado. Compareciéndose dijo;

-Mientras volvemos a la casa del dueño quiero que te fijes en las flores del camino.

Efectivamente, mientras subían la colina, el viejo jarro resquebrajado se fijaba en como el sol calentaba las flores silvestres al lado del camino, y se animó un poco.

Pero al final del camino todavía se sentía mal por haber dejado escapar la mitad del agua y otra vez se disculpó al portador de agua. El portador dijo al jarro.

-¿No te fijaste que había flores en tu lado del camino y no en el lado del otro jarro? Eso es porque siempre he sabido tu defecto, y lo aproveché. Planté semillas de flores en tu lado del camino, y cada día al volver del arroyo tú las regabas. Durante los últimos dos años yo he podido coger éstas flores bonitas para decorar la mesa de mi dueño. Si no hubieras sido como eres él no hubiera tenido esta belleza para adornar su casa.

Cada uno de nosotros tiene su único defecto.
Todos somos jarros resquebrajados.
En la gran economía de Dios, nada se desperdicia.
No tengas miedo de tus defectos.
Reconócelos y tú también puedes ser causa de la belleza.
Reconoce que en nuestra debilidad encontramos nuestra fuerza.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS TRES BARDAS (Platón)



LAS TRES BARDAS

Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y le dijo:
-Maestro, quiero decirte que un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.

Sócrates lo interrumpió diciendo:
-¡Espera!. ¿Ya lo hiciste pasar lo que me vas a decir por las tres Bardas?

-¿Las tres bardas?

-Sí -respondió el sabio-. La primera es la Verdad. ¿Ya examinaste si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus elementos?

-No. Lo oí decir a unos vecinos.

-Bueno, cuando menos lo habrás hecho pasar por la segunda Barda, que es la Bondad. ¿Lo que me vas a decir es bueno?.

-No, en realidad no, todo lo contrario.

-¡Ah!-interrumpió Sócrates- Entonces vayamos a la última Barda. ¿Es necesario que me lo digas?.

-Para ser sincero, no; no es necesario.

-Entonces,-sonrió Sócrates- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido. Una buena manera de evitar chismes malsanos... ¿no te parece?

By Platón

CLASES DE HOMBRES



CLASES DE HOMBRES

Los que pasan la vida soñando y
los que dan vida a sus sueños.

Los que sueñan con logros y
los que logran sus sueños.

Los que siguen las huellas
y los que las dejaron.

Los que ven para poder creer y
los que creen antes de ver.

Los que te pisan al subir y
los que suben a ayudar.

Los que te dan confianza y
los que te la quitan.

Los que dan sin pedir a cambio y
los que te piden el cambio.

Los que escogen una de dos y
los que toman las dos.

Los que se asoman por la ventana y
los que se salen por ella.

Los que hacen, se reproducen y mueren
y los que nacen, producen y nunca mueren.

Desconozco el autor